Dispositivos de intervención clínica centrados en la intervención no violenta(Fundación Los Pisingos)

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Dentro de los grandes retos presentados en nuestra sociedad con relación a las intervenciones que se realizan desde la institucionalidad deviene la importancia de construir dispositivos terapéuticos que permitan intervenir el tejido social de forma humanizada, respetuosa y contextual, que a su vez permitan reconocer las diferencias estructurales, sociales, económicas y culturales, para dignificar y velar por la garantía, así como el acceso a los derechos fundamentales.
Por tal motivo durante los últimos años como Fundación hemos buscado construir un dispositivo interventivo que sea a su vez una provocación para que los profesionales vinculados a la modalidad se movilicen y resignifiquen sus expectativas disciplinares con relación a la intervención de niños, niñas y adolescentes (NNA), esto comprendiendo los marcos pluriparadigmaticos que hacen parte del quehacer psicológico en el acompañamiento a sobrevivientes de diversas prácticas de violencia dentro de las cuales la violencia sexual se sitúa como una problemática que debe ser comprendida como un fenómeno social de orden colectivo, que se organiza a partir de valores culturales y sociales que se vinculan a construcciones sociales ancladas en la jerarquía, poder, género y clase social, que a su vez está influida por las comprensiones que se tejen frente a esta, es por esto que el proceso de resignificación del modelo no solo permite realizar comprensiones sobre los sistemas consultantes, sino que permite al profesional debatir diversas creencias de su experiencia personal, disciplinar y profesional.
Es así que la provocación permite que se integre una perspectiva de derechos que reconozca la prevalencia del derecho de los NNA, así como el reconocimiento de factores de vulnerabilidad en los que se encuentran los sistemas amplios (familia, comunidad e institucionalidad) esto para tener una comprensión ecológica y compleja de los dilemas humanos frente a la intervención de familias multiproblemáticas y multiasistidas que hacen parte del contexto de remisión del proceso administrativo de restablecimiento de derechos en Colombia.
Bajo esta premisa surge otra necesidad, y es la de acompañar a los profesionales a deconstruir y resignificar constantemente las lecturas que realizan de los fenómenos sociales y clínicos, en este caso el de la violencia sexual infantil, esto por medio de espacios de supervisión, grupos de análisis de caso y construcciones colectivas por medio de intervenciones grupales o coterapias, las cuales a su vez fomentan un posicionamiento micropolítico que apuesta por la transformación de las prácticas de violencia.
Resaltando que dicha apuesta micropolítica permite reflexionar sobre los significados y construcciones de los terapeutas frente a la niñez y la adolescencia, además de los sistemas familiares, las tipologías y estructuras en las que estos se encuentran desde un ejercicio reflexivo que identifica el poder como practica intersubjetiva que impacta en la relación entre el terapeuta y el consultante.
Es por ello que el presente dispositivo busca deconstruir construcciones biopolíticas situadas en los sistemas consultantes, en especial en perspectivas adultocéntricas que impiden que muchos cuidadores, madres o padres reconozcan las necesidades de los ciclos vitales en la infancia, permitiendo el reconocimiento del plano ontológico de la experiencia terapéutica, contemplando las posibilidades e imposibilidades mismas que se sitúan en las variables culturales propias del contexto.
Contemplando estas variables, el modelo de evaluación permite al terapeuta que interviene realizar una lectura comprensiva que reconozca la demanda de ayuda institucional, del sistema familiar, la del NNA, así como una comprensión estructural, la cual se divide en cuatro fases que reconocen la ecología del proceso, siendo la primera fase la que busca comprender lo dispuesto por el macrosistema con relación al desarrollo integral del NNA, la segunda una comprensión del mesosistema relacionado a la exploración de la dinámica familiar, las creencias y mitos construidos sobre la crianza, la parentalidad y la corresponsabilidad, la tercera situada en el microsistema y el desarrollo evolutivo de los NNA, para finalmente retar al terapeuta en realizar una comprensión que vincule aspectos clínicos como sociales en su diagnóstico de las pautas de violencia en el contexto relacional.
A continuación, resumimos brevemente con una tabla la información referida en el parágrafo anterior:

Variables contempladas

Identificar demandas de ayuda, explorar antecedentes de atención en salud mental, psicosocial o jurídico, variables socioeconómicas, habitacionales explorar condiciones diferenciales, acceso a derechos fundamentales, así como construcciones de género, explorar riesgos y activar rutas de ser necesario. Encuadrar el proceso terapéutico y resaltar el proceso ético y moral del profesional.

Movilizaciones esperadas

Qué los terapeutas identifiquen escenarios de opresión y recursos para la atención reconociendo las diversas variables del macrosistema.

Variables contempladas

Explorar la dinámica familiar, la configuración de pautas relacionales a prácticas de comunicación, la disciplina, los procesos de autonomía e individuación en relación a la infancia, además de identificar factores de vulnerabilidad y generatividad propios del sistema familiar.

Movilizaciones esperadas

Ampliar comprensiones frente a las dinámicas familiares y el contexto relacional propio del mesosistema.

Variables contempladas

Explorar conexiones e interconexiones por medio de la lectura de áreas de ajuste en las que se encuentran los NNA en relación a su desarrollo socio afectivo, físico, escolar, social y sexual, así como la aplicación de un cuestionario de factores de riesgo para identificar eventos adversos o predisponentes que afecten la salud mental en el desarrollo bio-psicosocial.

Movilizaciones esperadas

Reconocer la voz de los NNA en los procesos de comprensión y afectación en relación al motivo remisor, crisis evolutivas y construcciones propias para identificar la pauta que conecta.

Variables contempladas

Integrar elementos que permitan la construcción de una lectura integral ecosistémica que facilite la redefinición de la demanda de ayuda por medio de una lectura que explore los ciclos vitales familiares y la definición del problema por parte de los NNA, familias y/o cuidadores.

Movilizaciones esperadas

Invitar al terapeuta a observar lo observado por medio de un ejercicio metacomunicativo que le permita reflexionar sobre un diagnóstico integral.
Lo anterior permite, redefinir la demanda para la construcción del plan de tratamiento y acompañamiento que vincula políticas públicas en infancia y adolescencia, como las leyes 1098 de 2006, 1878 de 2018 y 1804 de 2016, así como otras vertientes que comprenden el género, la violencia y las prácticas familiares, las cuales fueron integradas en cinco módulos principales para el abordaje del trauma o evento adverso que ha transitado la vida de los NNA.
Por lo que se prioriza el reconocimiento emocional, las construcciones identitarias en el marco de la diversidad y la deconstrucción de prácticas de poder y jerarquía, así como el género y la clase social, seguido del trabajo con familia en la movilización de prácticas de violencia situadas en los NNA, permitiendo debatir con posturas deficitarias y patologizantes que se imponen desde el fenómeno de violencia a estos últimos, así como ampliar las redes y las habilidades sociafectivas, que luego permiten el abordaje integral del trauma por medio de un módulo que busca agenciar y confrontar por medio del testimonio dichas prácticas de violencia.
Esta provocación ha permitido a los terapeutas construir a su vez nuevos dispositivos de intervención respetuosos con la integralidad de una atención como esta, vinculando a su vez módulos complementarios relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas, el duelo, así como los derechos sexuales y reproductivos, los cuales son puestos en marcha de acuerdo a la necesidad.
Además, aquí surge una apuesta pluriparadigmatica que permite comprender los enfoques de la psicología clínica en la integralidad de la atención, siendo el profesional quien moviliza estas perspectivas disciplinares y epistemológicas en función del cambio de los sistemas consultantes, renegociando posturas jurídicas, psicosociales, cognitivo-conductuales, psicodinámicas y sistémicas a favor de la intervención.
Finalmente se busca fomentar un egreso armónico, que permita la consolidación de un proyecto de vida acorde a las posibilidades del sistema consultante, en donde se articula con la red amplia para fomentar nuevas posibilidades que además de influir en la salud mental, permitan fomentar la calidad de vida y el bienestar de estos.
Cabe resaltar que estos módulos están dispuestos para aplicarse de manera circular – helicoide de acuerdo a las necesidades identificadas en el diagnóstico que provee la evaluación integral realizada por los profesionales y que pueden implementarse de acuerdo a la lectura clínica que realiza el profesional, cada módulo se ha construido para tener un espacio de cuatro sesiones para ser implementado, esto contemplando a su vez lo tiempos administrativos que da el Instituto Colombiano de Bienestar familiar que son aproximadamente de seis meses.
Como se ha resaltado anteriormente, esta metodología nos ha permitido visibilizar la importancia de abordar con los profesionales las comprensiones que realizan sobre el tejido social, invitándolos a resignificar, debatir y construir dispositivos acordes a cada sistema consultante, identificando matrices de privilegio y opresión que pueden fomentar violencias institucionales y acciones con daño que incrementen el problema.
Aquí surge un cuestionamiento frente a las prácticas de intervención de las diversas entidades que intervienen el tejido social, en función de apostar por dispositivos que no solo estén pensados en los sujetos externos o consultantes, sino en los sujetos que intervienen, permitiendo comprender que la violencia institucional se puede prevenir con nuevas posiciones que humanicen el prejuicio profesional como parte de una renegociación constante con los contextos de intervención, facilitando la deconstrucción de discursos hegemónicos que hacen parte de nuestra sociedad.
Trabajamos por el bienestar de la familia y la niñez Colombia

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